La Alcazaba de Almería es uno de los símbolos de la cultura andaluza más destacables por su historia y repercusión cultural en la zona. Se trata de un imponente monumento que cuenta con 1430 metros de perímetro y, de hecho, es la construcción musulmana más grande de España. Su fecha data del siglo X, cuando Abderramán III, el octavo y último emir independiente y primer califa omeya de Córdoba, decidió levantar la Alcazaba de Almería, tras la fundación de la propia ciudad.
La fortaleza cuenta con tres instancias diferentes: dos de origen musulmán y otro cristiano, símbolo de tolerancia y riqueza cultural. El último recinto, el cristiano, fue construido como símbolo de reconquista por parte de los Reyes Católicos y, según los expertos en el ámbito, data del año 1489, aproximadamente 50 años más tarde que el levantamiento de la Alcazaba de Almería por los musulmanes.
El monumento se encuentra en el núcleo primitivo de la ciudad, la medina, que forma parte de un cerro. Los casi 1000 años de historia de la Alcazaba de Almería no ha permitido conocer la evolución que ha ido experimentando la arquitectura civil y militar de la época, ya que su construcción ha pasado por diferentes épocas y fases, al igual que propio desarrollo y evolución de la ciudad andaluza Almería.
Retomando lo anterior, la Alcazaba de Almería, consta con tres recintos diferentes. En el primero de ellos podemos encontrar una zona ajardinada bajo los preceptos culturales de la época musulmana y ha sido reconstruida. En el segundo recinto se situaba la residencia palacial del rey Altotacín, del siglo XI. Constaba de un área pública donde actualmente se sitúan los siguientes: aljibes califales del siglo X, un arco cristiano del siglo XVI, perteneciente a la residencia del primer alcaide cristiano de la ciudad, dos viviendas reconstruidas, la ermita mudéjar de San Juan, y unos baños públicos, entre otros. En esta segunda estancia también se situaba la Casa de Gobierno (la zona de recepciones del palacio).
De este palacio, actualmente, solo se conservan los baños privados y un muro denominado “Mirador o Ventana de la Odalisca) que representa una leyenda sobre una historia de amor entre un prisionero cristiano y una esclava predilecta del rey. En la tercera estancia se encuentra el recinto cristiano formado por un castillo donde se sitúa un patio de armas con tres torres muy características: a del Homenaje, la Noria y la Pólvora.